Discitis e Infecciones

La columna vertebral, los discos intervertebrales, el saco dural (el revestimiento que rodea la médula espinal) o el espacio alrededor de la médula espinal pueden infectarse en diversas circunstancias. La infección puede ser causada por bacterias u hongos.

Las infecciones espinales pueden ocurrir después de la cirugía o espontáneamente en pacientes con ciertos factores de riesgo. Los factores de riesgo para las infecciones de la columna incluyen la mala nutrición, la inmunosupresión, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el cáncer, la diabetes y la obesidad.

Los factores de riesgo quirúrgico incluyen un tiempo quirúrgico prolongado, instrumentación y reintervenciones. Las infecciones ocurren hasta en un 4% de los casos quirúrgicos a pesar de las numerosas medidas preventivas que se toman. La probabilidad de una infección aumenta con el número de operaciones en un área. La mayoría de las infecciones postoperatorias ocurren entre tres días y tres meses después de la cirugía.

¿Cuáles son los síntomas de la infección espinal?

Los síntomas de una infección espinal incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, dolor, enrojecimiento y sensibilidad de la herida y drenaje de la herida. En algunos casos, los pacientes pueden notar nuevas sensaciones de debilidad, entumecimiento u hormigueo en los brazos y/o piernas. Los síntomas pueden ser muy graves o pueden ser muy sutiles en algunos casos.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento médico e intervencionista (no quirúrgico)?

El tratamiento médico e intervencionista no quirúrgico de las infecciones de la columna consta de medicamentos antibióticos o antimicóticos. El tipo y la duración del tratamiento dependen de la gravedad de la infección y del organismo que la causa.

Los antibióticos o medicamentos antimicóticos pueden ser necesarios por vía intravenosa (IV) y/o por vía oral. La duración del tratamiento suele oscilar entre 7 y 10 días y entre 6 y 12 semanas.

Es posible que necesite que le coloquen una vía intravenosa especial, llamada vía central, para un ciclo prolongado de antibióticos. Esto permite, en algunos casos, que los medicamentos se administren en el hogar con la ayuda de una agencia de atención médica domiciliaria o una enfermera visitante. Su médico puede recomendar el uso de un aparato ortopédico para sostener la columna hasta que se produzca la curación y para ayudar con el dolor.

¿Cuándo es necesaria la cirugía?

Es posible que se requiera cirugía para muchas infecciones postoperatorias para eliminar gran parte de las bacterias y el tejido infectado. Además, es posible que se requiera cirugía en los casos en que haya evidencia de inestabilidad de la columna como resultado de la infección. En los casos en los que existe una debilidad grave como resultado de una infección de la columna, es posible que se requiera cirugía para aliviar la presión sobre la médula espinal causada por la infección.

¿Cuáles son las opciones quirúrgicas?

Las opciones quirúrgicas para tratar las infecciones de la columna van desde simplemente lavar la herida y volver a cerrarla hasta desbridamientos más extensos y extirpación de los tejidos infectados.

En algunos casos no es posible cerrar la herida en el momento de la cirugía y se deja colocado un vendaje de relleno. Esto a menudo se cambia dos o tres veces al día hasta que la herida cicatrice durante un período de varias semanas.

¿Cuáles son las implicaciones a largo plazo?

A menudo se requiere una combinación de cirugía y antibióticos a largo plazo para tratar completamente algunas infecciones de la columna.

Durante el curso de su tratamiento, su médico puede seguir su recuento de glóbulos blancos junto con su proteína C reactiva o la tasa de sedimentación de eritrocitos como marcadores de la respuesta a la terapia. Estos niveles pueden estar elevados en el período inicial después de la cirugía, pero por lo general vuelven a la normalidad en unas pocas semanas. La nueva elevación o el fracaso de estos valores para volver a la normalidad después del tratamiento puede indicar una infección recurrente o residual.

Ultima modificación: 25 enero, 2023