También llamada fisura o ruptura de disco, la hernia de disco lumbar ocurre con mayor frecuencia en la parte baja de la espalda. Es una de las causas más comunes de dolor de espalda o ciática. Entre el 60 y el 80 % de las personas sufrirán dolor de espalda en algún momento de su vida.
Se origina cuando la capa dura de un disco en la columna se desgarra o se rompe. La parte interna, blanda y gelatinosa del disco puede salirse de la cápsula y originar una hernia de disco.
Una vez que el núcleo se rompe, y se produce una hernia, a través del anillo desgarrado, el dolor lumbar puede aumentar. El dolor ciático en la pierna también. Esto se debe a que el material gelatinoso que sale provoca la inflamación de las raíces nerviosas. Este material también puede comprimir las raíces nerviosas sensoriales, causar dolor, entumecimiento en una o ambas piernas.
Causas de la Hernia de Disco Lumbar
En muchos casos, la hernia discal acompaña el envejecimiento natural de tu columna.
En niños y adultos jóvenes los discos contienen mucha agua. A medida que envejecemos, nuestros discos comienzan a deshidratarse y pierden su fuerza. Se encogen y la altura entre dos vértebras disminuye. Este proceso normal de envejecimiento se llama degeneración del disco.
Factores de Riesgo
Además del desgaste progresivo, otros factores pueden aumentar la probabilidad de una hernia de disco. El conocimiento de que nos pone en riesgo de tener una hernia de disco puede ayudarnos a prevenir posibles problemas futuros.
- Género: los hombres entre 30 y 50 años tienen hernias discales con mayor facilidad.
- Esfuerzos de levantamiento inadecuados: usar los músculos de la espalda en lugar de los de las piernas: si levanta usando las piernas y no la espalda, su columna estará mejor protegida.
- Sobrepeso: el sobrepeso aumenta la demanda de los discos lumbares.
- Actividades repetitivas que estresan la columna: muchos trabajos son físicos, algunos requieren levantar, tirar, doblar o girar constantemente. Si tienes gestos ergonómicos de seguridad durante el levantamiento, y técnicas especiales para ciertos movimientos de riesgo, ayudas a proteger tu espalda.
- Conducir vehículos motorizados: estar sentado durante períodos prolongados y las vibraciones del motor pueden aumentar la presión sobre la columna vertebral y los discos.
- Inactividad física: el ejercicio regular es importante para prevenir muchas enfermedades, incluida la hernia de disco.
- Tabaquismo: fumar disminuye el suministro de oxígeno al disco y acelera su degeneración.
Síntomas de la Hernia de Disco Lumbar
Para la mayoría de las personas que tienen una hernia de disco lumbar, el síntoma inicial es el dolor de espalda baja o lumbar; este dolor puede durar unos días y luego aumentar. Esto a menudo es seguido por un posible dolor en las piernas, entumecimiento o debilidad muscular.
Los síntomas pueden ser aislados o asociados:
- Lumbalgia.
- Dolor de piernas y/o pies.
- Sensación de entumecimiento y hormigueo en la pierna y/o el pie.
- Debilidad en piernas y/o pies.
¿Cómo se Trata una Hernia Discal?
La elección del tratamiento para aliviar una hernia discal depende de su localización, la gravedad de los síntomas, el nivel de actividad de la persona y las molestias en las actividades diarias.
En el 90% de los casos, una hernia de disco se cura espontáneamente en unas seis semanas.
El tratamiento consiste entonces en aliviar el dolor mientras se espera que el disco vuelva a su posición natural.
Tratamiento Médico para las Hernias Discales
El tratamiento principal para una hernia de disco es aliviar el dolor y la inflamación con analgésicos o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.
Las sesiones de fisioterapia pueden aliviar evitando que los músculos alrededor del disco dañado se contraigan permanentemente (debido al dolor), lo que aumenta la presión sobre el disco y contribuye a los síntomas dolorosos
A veces se prescriben infiltraciones (inyecciones locales cerca del nervio comprimido) de derivados de la cortisona (corticoides) cuando el dolor es intenso y persistente.
Cirugía de Hernia Discal
En casos muy concretos, por ejemplo, cuando las fibras nerviosas encargadas del movimiento se comprimen y provocan parálisis, o cuando la hernia discal se cronifica y dificulta la vida diaria, es posible intervenir quirúrgicamente para retirar la compresión y evitar recidivas.
Esta forma de tratamiento solo es esencial para el 5 al 10 % de los casos, por lo que sigue siendo relativamente rara.
En resumen, la consulta médica es crucial ante un dolor lumbar y sospecha de hernia, ya que puede ayudar a diagnosticar y tratar el problema de manera efectiva y prevenir complicaciones graves a largo plazo.
Last modified: 27 marzo, 2023